Huesos de san expedito receta

  1. En un bol grande ponemos los huevos, el aceite de oliva, el azúcar, el anís y la levadura.
  2. Combinar todo bien con unas varillas hasta el momento en que no queden grumos.
  3. Entonces añadir la harina, toda la cantidad y empezar a amasar.
  4. Tienes que continuar amasando hasta el momento en que mires una masa lisa y refulgente.
  5. Asimismo tienes que tomar en consideración que sólo algunas de las harinas absorben exactamente el mismo líquido. seguramente precisará cambiar un tanto la proporción de harina o huevo para tener una masa simple que logre dar forma.
  6. Tras haber listo la masa, déjala descansar a lo largo de 30 minutos tapada con un paño de algodón.
  1. Una vez que la masa haya reposado, desmoldar y aceitar las manos y la encimera.
  2. Toma porciones pequeñas y dales forma de dedo. Del mismo espesor y largo que un dedo y lo pones sobre la encimera.
  3. En el momento en que esté hecho, coge un cuchillo muy afilado y córtalo a lo largo, apartando un tanto los lados.
  4. Tenga precaución de no cortarlo, solo medio «dedo» de hondura.

Contenidos

Los huesos de San Expedito y su porvenir

  • Diríase que la tradición de la masa frita tiene su origen en la Edad Media en España, mucho más exactamente en la cocina sefardí.
  • Si bien existen muchas zonas donde es habitual comer estos huesitos en Semana Santa o Todos y cada uno de los Santurrones, en La capital española los conozco asimismo en San Isidro, en el mes de mayo. Que cualquier explicación funciona bien para que las pastelerías las exhiban en sus escaparates.
  • No he podido conseguir de dónde vienen, pero es un género de masa que se hace, no en todos los casos con esa forma de dedo meñique, en varios sitios. Recuerdo haber comido geniales bolas de esta masa en León sin ir más allá.

Mi ídolo Martínez Lopis afirma sobre los huesos en cuestión:

De qué manera llevar a cabo San Expedito Bones, receta explicada punto por punto

Elementos

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Ofrecer forma, freír y enseñar los huesos de San Expedito

  1. Separarlos un tanto y llevar a cabo un tubo de unos 2 cm de espesor. Entonces cortamos 8-9 cm para llevar a cabo los «huesos». Reitera el desarrollo con la masa sobrante.
  2. Calentar el aceite de girasol en una sartén o cazo a fuego medio/bajo. Ha de estar ardiente, pero no bastante a fin de que la masa no se dore bastante. Freír 3-4 al unísono a fin de que el aceite no pierda su temperatura.
  3. Ofrecer la vuelta hasta el momento en que tengan un color oro definido pero sin quemarse. Vas a ver como se inflan al freírlas, quedando esponjosas por la parte interior. Sacar y poner sobre papel absorbente para chorrear el exceso de grasa. Repetimos con el resto.
  4. Tras calentar se pasan a un bol y antes de ser útil se espolvorean con azúcar glass para adornar.

Estos «huesos» dan rincón a una masa esponjosa, blanda y como es natural, con un característico aroma anisado. Como sucede con otras frituras habituales, tenemos la posibilidad de guardarlas en una caja o envase y nos van a durar múltiples días en perfectas condiciones.

INGREDIENTES:

  • 250 g harina de trigo, 2 tazas o 25 medidas de cuchara
  • 3 medidas de cuchara iguales de azúcar
  • aceite (tixag_14 medidas de cuchara de girasol) 3 con

  • 2 medidas de cuchara de leche
  • 1 cucharada de esencia de anís o 2 medidas de cuchara de licor de anís
  • 1 cucharada chica de sal de café, 2 g
  • ) gramos. polvo, cucharada igual
  • 2 huevos L (un huevo entero y la yema del segundo)

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