Leche frita de karlos arguiñano

La leche frita es uno de esos platos que tiene un gusto muy identificable y está repleto de capacidad. Si este plato está bien elaborado, su gusto conquistará y cautivará a cualquier comensal.

Para conseguirlo, tienes que proseguir unos simples procedimientos que asimismo se relacionarán con la cremosidad de la leche frita. Y sucede que si está bastante seco, no va a ser todo lo apetecible que habría de ser.

Elementos:

  • 1 litro de leche
  • 140 g de harina de trigo
  • 6 medidas de cuchara de azúcar (tixagb_14 of_14) (tixa) 1 cucharada canela en polvo y 4 medidas de cuchara de azúcar para espolvorear.
  • Harina y huevo para untar
  • cien ml Aceite de oliva virgen para freír
    • En un bol combinar bien la leche, la harina y el azúcar con un palito o una batidora habitual.

      Resto de la crema de leche frita

      1. Escogemos la sartén que vamos a usar para la crema de leche frita.
      2. En un caso así una taza cuadrado de 32 x 24 cm que he aceitado con algo de aceite por si las moscas, si bien no tiende a ser preciso.
      3. Vierta la masa de leche frita en el envase hasta el espesor esperado. Precisamente 0,5 – 1 cm o un dedo, todo es dependiente del gusto. Me agrada gordo.
      4. Dejar enfriar cuando menos unas horas. Si lo haces un día antes de comerlo, va a ser bastante superior, y es mucho más simple en el momento de procesarlo.
      5. Cubrimos la masa de leche frita con papel transparente, que queda en contacto con la masa. A fin de que no se pegue y quede suavísima.
      6. Dejar enfriar en el frigorífico, lo idóneo es llevar a cabo la masa la noche o la tarde previo. Así, asistimos a que se enfríe unas horas antes de seguir con la receta.
      1. En el momento en que la masa esté fría y estable, desmoldar de manera cuidadosa capitalizando el molde sobre una bandeja.
      2. Recortar en porciones cuadradas o rectangulares, asimismo al gusto (entre 3-5 cm por lado).
      3. Pásalas primero por harina y después por huevo batido hasta el momento en que estén bien cubiertas por los dos lados.
      4. Freír en una sartén grande con aceite de oliva o de girasol ligerísimo.
      5. En el momento en que se pongan rojas, sácalas con una espumadera a lo largo de precisamente un minuto y medio por cada lado.
      6. Sacar el huevo sobrante y las habituales bolas de fritura, si las hubiese.
      7. Dejar secar sobre papel absorbente y pasar por la mezcla de canela molida y azúcar.
      8. Hete aquí un postre que tenemos la posibilidad de decir con mayúsculas que está exquisito.

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